
Aug 9, 2013
En cada torneo grande, Adam Scott está dejando en claro que no está satisfecho con sólo una chaqueta verde.
Scott se apuntó cinco birdies consecutivos al principio de su ronda el jueves en un Oak Hill de pasto húmedo, y concluyó con un par de 4,5 metros (15 pies) para una tarjeta de 65 golpes, cinco debajo del par, con la que compartió el liderato con Jim Furyk en el Campeonato de la PGA.
Por fin Scott se convirtió en campeón de un major en el Augusta National en abril cuando ganó un desempate en el Masters. Hace apenas tres semanas iba de líder en los últimos nueve hoyos en Muirfield en el Abierto Británico hasta que cometió cuatro bogeys para rezagarse. En el último major del año llegó a verse imparable en ciertos momentos.
Sus cinco birdies seguidos rápidamente lo pusieron hasta arriba de la tabla de posiciones junto con Furyk y, después de una demora de 71 minutos debido a la llegada de algunas tormentas, Scott agregó un sexto birdie en el hoyo 15 de par tres para ubicarse en seis debajo del par. Se encaminaba a empatar un récord para un Campeonato de la PGA en Oak Hill hasta que cometió un bogey con tres putts en el 16to.
“Simplemente me encarrilé un poco y pegué algunos tiros cerca (del hoyo)”, señaló Scott. “No tuve que usar mucho el putt. Tienes que aprovecharlo cuando ocurre, porque no suele pasar mucho en los majors. No tengo nada de qué quejarme con el 65”.
Prácticamente no hubo quejas en Oak Hill, un campo en el que sólo se han firmado 10 tarjetas de 72 impactos debajo del par en cinco torneos grandes anteriores. Apenas es jueves, y los jugadores sintieron que tuvieron un arranque fácil. La lluvia durante la noche y las condiciones húmedas mantuvieron suave el pasto, y se registraban birdies a un ritmo alarmante.
Excepto Tiger Woods.
El golfista número uno del mundo sólo hizo dos birdies a pesar de que jugó en el silencio de la mañana, y observó cómo se desmoronaba su ronda al cometer un bogey en el cuarto hoyo de par 5 y un doble bogey en su último hoyo cuando su tiro de globo para salir del pasto alto flotó hasta caer en una trampa de arena. Woods finalizó con 71, no un mal arranque en Oak Hill, excepto en este día de condiciones favorables.
Hubo 35 rondas debajo del par, en comparación con sólo una docena en la franja de 60-70 impactos cuando el Campeonato de la PGA se efectuó aquí hace 10 años.
“Siendo realistas, la ronda podría haber estado debajo del par fácilmente”, dijo Woods.
El canadiense David Hearn y el inglés Lee Westwood quedaron empatados con 66 detrás de Furyk y Scott.
Los españoles Rafael Cabrera Bello y Miguel Angel Jiménez registraron buenas rondas de 68 golpes, seguidos por su compatriota Sergio García con 69. Otros españoles, Gonzalo Fernández Castaño y Pablo Larrazábal, tuvieron 74 y 76, respectivamente.
El argentino Angel Cabrera firmó una tarjeta de 80 impactos.
Furyk se mantuvo tan estable como Scott, prácticamente sin meterse en problemas hasta el final de la ronda. No logró poner la pelota en el fairway a la derecha y tuvo que conectar un tiro alto debido a que el pasto elevado y algunos árboles le impedían llegar al green. Eso derivó en su único bogey, pero a pesar de ello registró su mejor marcador en primera ronda en 19 participaciones en el Campeonato de la PGA.
“Usualmente me siento decepcionado cuando termino el día con un bogey”, afirmó Furyk. “Bueno, pero 65 golpes en (el Campeonato de) la PGA no es tan malo”.
Fuente: AP
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